miércoles, 11 de mayo de 2011


Supongo que como ha cambiado el tiempo, los dos hemos acabado cambiando algo con él. Y puede que ahora no debería escribirte esto. O quizás sí. Pero algo que de verdad he aprendido en este tiempo es que no tengo que encerrar mis dudas. Porque dudo incluso de lo que puede pasar en los próximos 5 minutos. Así que me lanzo, a la piscina, con casco o sin el, sin saber si voy a acabar en un mar o en un charco. Y por eso voy a decirte que te echo de menos. Y que yo tampoco tengo las cosas tan claras. Mira, no sé con exactitud cómo podía ser nuestra vida juntos. Y por eso mismo dime: ¿No te pica la curiosidad de saberlo?

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